Colocación de un plato de ducha


Si tenemos en cuenta la altura a la que vamos a dejar el plato de ducha al instalarlo, básicamente tenemos 3 instalaciones posibles:

1. Instalación enrasada o a ras de suelo del plato de ducha
En este tipo de instalación la parte más alta queda alineada con el pavimento que rodea el plato de ducha con lo que tenemos la ventaja de que no existe ningún tipo de escalón  a la hora de acceder al espacio de ducha. Esta es una opción especialmente ventajosa en caso de personas con minusvalías o movilidad reducida, sobretodos en aquellos casos en que sea necesario el uso de silla de ruedas.
En este caso, es importante tener en cuenta 2 cosas fundamentales:


Medida para profundizar
Por una parte, que dispongamos del espacio suficiente en la obra como para conseguir profundizar bastante. Este espacio deberá ser como mínimo igual a la suma del grosor del plato más el espacio necesario que requiera la válvula. Esta medida varía dependiendo de cada modelo de plato de ducha, pero como término general en los platos de resinas minerales que son los más utilizados para este tipo de colocación, suele ser de entre 3 cm. y 4 cm. de grueso del plato, más otros 9 ó 10 cm. que necesita la válvula. Por tanto, necesitaremos rebajar al suelo un hueco de entre 12 y 14 cm. También existen válvulas de perfil bajo para platos de ducha que podrían reducir de 10 a 6 ó 7 cm. de altura la medida de la válvula lo que supondría una necesidad de unos 10 cm. de profundidad total.

Remate de unión entre el plato y el pavimento que lo rodea
La otra cuestión importante a tener en cuenta es cómo resolver la junta entre el plato de ducha y el resto del suelo. Es muy importante que dicha unión quede perfectamente sellada a fin de evitar posibles humedades o filtraciones en un futuro. En algunos casos se tiende a pensar que la colocación de una mampara de ducha sobre esta junta resolverá el problema, pero esto no es cierto ya que en algunos casos hay mamparas que no llevan guía inferior, y aun llevándola no taparán esa zona. Por tanto, es importante que el instalador del plato deje resuelto este punto. 

2. Instalación en superficie del plato de ducha



Este tipo de instalación de plato de ducha es esencialmente muy parecida a la anterior pero con la diferencia de que en este caso queda fuera del suelo el canto del plato por lo que tendremos el plato de ducha elevado unos 3 ó 4 cm. por encima del nivel del suelo.
Como en el caso anterior, necesitaremos espacio para profundizar, aunque en este caso sólo necesitaremos de hueco la medida que nos haga la válvula, es decir unos 9 ó 10 cm. ya que el grosor del canto del plato de ducha queda por encima de la superficie.
En este tipo de instalación de plato de ducha, la junta entre el plato y el suelo no es tan delicada ya que el plato de ducha queda solapado sobre el suelo de manera que evitamos la unión a testa que teníamos en la anterior instalación.
Es una instalación también muy cómoda incluso para personas con minusvalías ya que el escalón de acceso a la ducha es de tan sólo 3 cm. que se pueden salvar fácilmente con una silla de ruedas.
Si instalamos el plato de ducha de esta manera no requeriremos de ningún remate vertical tipo zócalo ya que es el canto del plato el que hará esta función.
Este tipo de instalación es muy recomendable por la comodidad de acceso y la facilidad de instalación, siempre que dispongamos del espacio de profundidad necesario para llevarlo a cabo.

3. Instalación elevada o semi-elevada del plato de ducha



Esta es la instalación habitual cuando no se dispone de espacio para poder profundizar en el suelo. Al no contar con esta posibilidad, la instalación del plato tiene que ser elevada. La altura del plato será la suma del grosor del plato de ducha más la altura requerida por el desagüe, es decir, de unos 12 – 13 cm. en total aproximadamente.
Para este tipo de instalación es muy importante tener en cuenta que deberemos macizar completamente la base de obra por debajo del plato de ducha. Debido a que los platos de resinas minerales son extremadamente rígidos y resistentes se puede llegar a pensar que simplemente dejándolos con algunos puntos de apoyo y dejando la base hueca es posible instalarlos. Esta es una creencia completamente equivocada, ya que esto nos podría generar problemas en el futuro que pueden llegar a hacer que el plato se deforme o agriete. Los platos de resinas siempre deben apoyar sobre una base maciza de obra y totalmente plana para dejarlos correctamente instalados.
La medida de altura a la que hayamos elevado el plato la deberemos revestir frontalmente. Esto lo podemos hacer con el azulejo del baño o bien con los zócalos que se venden del mismo material y color del plato creando una superficie completamente uniforme.

También se da muy frecuentemente el caso de lo que hemos llamado instalación de plato de ducha semi-elevada. En este caso, disponemos de margen para profundizar en la zona del desagüe pero no de suficiente medida como para lograr dejarlo completamente oculto debajo del nivel del suelo. En estos casos, podremos dejar el plato lo más bajo posible dentro de las posibilidades de medida que nos dé el espacio de que disponemos. De esta forma, podremos encontrar casos con platos de ducha instalados con alturas entre los 3 cm. y los 13 cm. comentados en las anteriores instalaciones.



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